Las hernias discales pueden traerte por el camino de la amargura en un estado normal, pero ci estás embarazada puede ser aún peor. No es muy difícil ver casos de embarazadas con una hernia discal, ya que se produce por una fuerte presión en la columna, y al llevar un bebé a tiempo completo, hace que la espalda se resiente con la posibilidad de una rotura de disco intervertebral, lo que provoca la hernia, liberado el líquido gelatinoso que hay en él y haciendo que las vértebras rocen entre sí, lo cual ocasiona un dolor intenso.

Lo importante que debes saber, es que para el bebé que tú tengas una hernia no es nada peligroso y no le afecta en absoluto. En tu caso tampoco tiene porqué serlo, aunque lo inevitable será que sientas dolor. Aunque si repercute en más partes del cuerpo como las piernas, si se deberá tener cuidado. A los primeros síntomas de dolor se deberá ver a un médico o un fisioterapeuta, ya que antes incluso de que aparezca algún síntoma, es importante darse masajes periódicos para evitar llegar a este punto.

Los dolores de las hernias

Ya que la mayoría de fármacos que existen están contraindicados para una persona que está embarazada, y por supuesto la opción del quirófano queda descartada, ir a un especialista fisioterapeuta será de gran ayuda en este caso.

Los dolores suelen agravarse ya que no puedes quitarte ese peso de encima, normalmente cuando se crea una hernia con soltar el peso que se haya cogido o quitar la presión que se haya ejercido, se nota una mejora, pero al no poder en este caso, será importante que cuanto más reposo se haga, mucho mejor, sino se quiere que vaya a peor.

Siempre tendrás algún tipo de medicina que te ayudará con ello, pero contacta con un especialista que pueda ayudarte con masajes de espalda, es totalmente esencial para calmar el dolor que habitualmente será más intenso en la zona lumbar que es donde se acumula todo el peso.

Conclusiones

Siempre es recomendable seguir una serie de ejercicios previos a dar a luz, es importante adaptar tu cuerpo a la nueva forma que se va dando, por ello hacer ejercicios beneficia tanto a tu columna como a tu cuerpo entero. También es importante que cuanto menos peso se coja mejor, pero cuanto menos peso se ejerza en la espalda, más beneficioso será para todos.